El siguiente texto es una traducción-adaptación de la entrada del blog The Conic Card Lady's New Adventure
que he considerado muy interesante, con un propósito muy sano: ayudar a
los nuevos profesores. La parte en negrita se ha añadido por
experiencias propias en el aula.
Muchos profesores deciden dejar la profesión tras sólo unos años de
trabajo. Muchos de ellos hubiesen sido excelentes profesores si alguien
les hubiese ayudado. ¿En qué otra profesión te dicen '¡Buena suerte!' y
te dejan a solas en una habitación llena de alumnos, sin ningún otro
adulto en el mismo lugar? Es por ello que te indico algunas cosas a
tener en cuenta en tus inicios.
1. No tendrás una segunda oportunidad para dar una buena impresión.
No hablo de que tus alumnos piensen que eres guay o sabio. Hablo de
asegurarte que vas a llevar a cabo todo lo que digas. Por ejemplo, no
amenaces con frases como 'Si no escuchas te suspenderé'', porque tú no
sabes que eso vaya a ocurrir. Debes usar bien el poder que tienes como
profesor. Puedes decir 'Estoy hablando yo' o 'Si no escuchas no podrás
realizar la tarea'.
Pero sobre todo, no amenaces con 'A que te expulso' o 'A que te pongo un parte', y no lo cumplas, porque perderás toda la autoridad. Si estas palabras salen de tu boca, llévalas a cabo.
2. No discutas. Los alumnos no quieren que
nadie los ponga en evidencia. Ellos necesitan 'ganar' delante de sus
compañeros. Si llega el caso, sólo di 'Esta discusión se ha terminado.
Si tienes un problema lo hablamos luego'. No es fácil, en absoluto. Pero
esto permite al alumno recapacitar sobre lo que ha dicho o hecho.
Terminarás tú la conversación y no hay perdedor.
3. Estáte
preparado. Empieza a pensar. ¿Qué harás para que haya disciplina en
clase? Es posible que pensemos que estamos llevando un buen control del
aula, pero es básico tener un plan por si aparece un problema de
improvisto. Un ejemplo: en un centro en el que había peleas todos los
días me preguntaba qué haría si ocurriesen en mi clase. Decidí que
hablaría con los alumnos involucrados junto con aquellos con los que yo
tuviese mejor relación en ese grupo. Luego, cuando parasen de discutir,
llamaría a un directivo para que se acercase al aula. Y aunque no
resulta una tarea sencilla, cada vez que he usado esta técnica ha
funcionado. Aunque siempre es bueno que se planee otras estrategias para
diferentes situaciones.
4. Llegará un momento en el que te equivoques. Si estás explicando
algo y está mal, no te preocupes. Habrás conseguido demostrar a tus
alumnos lo fácil que es cometer un error y cómo se resuelve. Admite tu
error, discúlpate por el fallo y corrígelo. Si mantienes el error
durante un buen rato, tendrás que reenseñar todo y además arreglar los
malentendidos.
5. Si tienes una idea, compártela. Incluso si es la primera vez que
trabajas de profesor. Si tienes un blog o una idea novedosa, los
profesores con experiencia querrán llevar tu idea a su clase si a ti te
ha ido bien.
6. Cada profesor es diferente. Si pides ayuda a un compañero y te das
cuenta que necesitas algo más, pide ayuda a otro. No estarás dejando
mal a la primera persona, sólo estarás recogiendo información variada.
La
vergüenza en estos casos hay que dejarla a un lado. Es mejor enterarse
bien de las cosas y parecer novato, que no enterarte y parecer inepto.
7. Recuerda que tu objetivo es asegurarte en que
cada estudiante comprenda los contenidos. Puede parecer imposible a
veces, pero sólo te tienes que adaptar a las necesidades del estudiante.
Si no tienes experiencia como profesor, recuerda que es trabajo de los
experimentados hacer a los nuevos, mejores profesores. Ayudando a ser
mejor en clase a otro compañero se consigue mejorar la enseñanza de
muchos más alumnos.
Fuente: http://coniccardlady.blogspot.com.es/2012/08/friday-favorite-for-new-high-school.html
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