Por si no conoces el mecanismo del juego, es sencillo. Se reparten todas las cartas entre los jugadores. El objetivo es deshacerse de todas las cartas. Para ello, se descarta cada vez que un jugador tenga en su mano una pareja, pero hay una carta que sobra (no tiene pareja). Entonces, por turnos, cada jugador le roba una carta al de la derecha y descarta si puede. Pierde aquel que se queda con la carta solitaria.
Es un clásico de los juegos de cartas, que los alumnos probablemente conocen, que nos permite llevar una dinámica distinta al aula. Se puede trabajar con grupos de cuatro o cinco alumnos. En unos minutos habrán repasado los contenidos, ayudándose entre ellos para evitar perder.
Puedes descargarte los primeros que se han creado (sobre tablas, sumas, divisiones y áreas) en la sección de juegos de la web.
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